Cada septiembre, la presión por alcanzar la «mejor versión» de nosotros mismos se intensifica, impulsada por las redes sociales y los estándares estéticos. Esta obsesión por la delgadez lleva a muchas personas a convertirse en dietantes crónicos (DC), quienes saltan de dieta en dieta, atrapados en un ciclo de restricciones y excesos.
Los dietantes crónicos padecen una condición conocida como permarexia, donde el miedo a ganar peso domina su vida. Este comportamiento, no reconocido oficialmente como un trastorno alimentario, erosiona la relación saludable con la comida y predispone a desarrollar trastornos de la conducta alimentaria ( TCA) como la anorexia, bulimia y trastorno por atracón (TPA).
Las causas de este fenómeno son variadas, desde el culto a la delgadez y la presión estética de las redes sociales, hasta la gordofobia estructural y un enfoque pesocentrista en la salud. Estas dinámicas afectan principalmente a mujeres jóvenes, perpetuando la baja autoestima y la insatisfacción corporal.
Es crucial entender que la falla no está en las personas, sino en las dietas que no se adaptan a sus necesidades. El camino hacia una relación saludable con la comida y el cuerpo comienza por rechazar estos ideales inalcanzables y fomentar la aceptación y la diversidad corporal.
Os dejo el artículo completo. Espero que os sea de utilidad.
Un abrazo
Azahara