El Trastorno por Atracón (TPA) es uno de los trastornos de la conducta alimentaria (TCA) más frecuentes ya la vez menos comprendidos. Aunque fue descrito en 1959, no se reconoció oficialmente como un TCA hasta 2013 en el DSM-V. Este trastorno afecta a un 2-3% de la población española, predominando en mujeres debido a factores como la presión estética.
¿Qué es?
El TPA se caracteriza por episodios recurrentes de atracones en los que se consume gran cantidad de comida en poco tiempo, con sensación de pérdida de control y malestar físico y emocional posterior. A diferencia de la bulimia nerviosa, no se realizan purgas, aunque puede haber conductas compensatorias como saltarse comidas o hacer e
Impacto emocional y estigma de peso
Las personas con TPA suelen experimentar vergüenza, culpa y conflictos con su imagen corporal. Además, el enfoque pesocentrista en el tratamiento sanitario, basado en la pérdida de peso, agrava los episodios de atracones y perpetúa el estigma.
Tratamiento inclusivo y no restringido
El abordaje debe enfocarse en una alimentación flexible y sin restricciones, rompiendo mitos alimentarios y trabajando con un enfoque de «Salud en Todas las Tallas» (HAES). Los atracones no son el problema, sino un síntoma de malestar emocional que el cuerpo utiliza como mecánico.
El proceso de recuperación no es lineal y requiere empatía, escucha activa y el acompañamiento de profesionales especializados. Como señala Marya Hornbacher, los TCA a menudo reflejan formas de gestionar el dolor emocional.
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