La presión estética se renueva en las redes sociales: de la operación bikini al summer glow up

La presión estética no ha desaparecido, solo ha cambiado de forma. Hoy ya no se presenta de forma tan explícita como en los años 2000, con la talla cero o la operación bikini, sino que se disfraza de autocuidado, empoderamiento y amor propio. Así, parece que eres tú misma quien elige “cuidarse”, “mejorar” o “transformarse”, cuando en realidad seguimos respondiendo a los mismos mandatos de siempre: los que aprendimos desde pequeñas.

Desde niñas, muchas mujeres recibimos mensajes que nos enseñan a desconfiar de nuestro cuerpo, a disciplinarlo y corregirlo para encajar. “Las niñas buenas no comen así”, “mejor si no subes de peso”, “no te pongas eso con esa barriga”… Frases aparentemente inofensivas que nos instalan la idea de que nuestro cuerpo está al servicio de los demás. Que debe gustar, agradar, ser mirado y aprobado. Que importa más cómo se ve que cómo se siente vivir en él.

Hoy, con las redes sociales, esta vigilancia corporal se ha vuelto más sutil, pero mucho más intensa. No hay más que ver a niñas de 9, 10 u 11 años usando sérums antiarrugas, pendientes de su piel, de sus poros, de si brillan demasiado o no lo suficiente. Se saltan la infancia para entrenarse en la autoexigencia. Mientras podrían estar jugando, aprendiendo o descansando, están comparándose, midiéndose, juzgándose.

La operación bikini ya no se llama así, pero no ha desaparecido. Ahora se llama summer glow up, que suena más moderno y empoderante, pero es lo mismo de siempre: llegar al verano siendo tu “mejor versión”, que, casualmente, sigue siendo más delgada, más tonificada y con la piel más luminosa. Cambian los términos, pero no el mensaje: para merecer el verano, tu cuerpo tiene que transformarse.

En esta misma línea aparece el reto 75Hard, que se presenta como un desafío de autocuidado, pero que en realidad impone una rutina espartana: entrenar dos veces al día, hacer fotos diarias a tu cuerpo, beber litros de agua, eliminar todo placer alimentario y no permitirte ni un solo fallo. Si un día fallas, vuelves a empezar desde el día uno. ¿Eso es autocuidado o una nueva forma de castigo? ¿Dónde queda la flexibilidad, la escucha, el descanso?

Y si te suena familiar es porque ya lo vivimos antes. En los años 2000, con la moda de la talla cero y la llamada «heroin chic», miles de adolescentes cayeron en el infierno de los TCA. Aquellos blogs pro-ana y pro-mia no han desaparecido: ahora están en TikTok, en skinnytok, en cuentas donde se glorifica la extrema delgadez y se comparten retos para alcanzarla.

Lo más preocupante es que esta presión no solo vuelve a alcanzarnos a nosotras —que ahora atravesamos los cambios de los 40 o 50 con nuevos mandatos sobre cómo “envejecer bien”—, sino que se ceba especialmente con las más jóvenes. Desde la pandemia, los trastornos de la conducta alimentaria se han disparado entre niñas y adolescentes. En España, los ingresos hospitalarios por TCA han aumentado un 11 % anual desde 2016, y un 26–28 % anual entre los 10 y 14 años desde 2019. A nivel global, tras la covid se llegaron a duplicar.

No es casualidad: es el resultado directo de una cultura que sigue diciendo que el cuerpo de las mujeres es un proyecto que nunca está terminado. Que siempre hay algo que mejorar, reducir, tonificar o embellecer.

No podemos mirar hacia otro lado. Por responsabilidad hacia nuestras hijas, sobrinas, alumnas —y hacia nosotras mismas— necesitamos construir redes de protección reales. No basta con prohibir TikTok o quitarles el móvil: necesitamos conversaciones, referentes, espacios donde el cuerpo no sea un enemigo ni un escaparate. Donde el autocuidado signifique descanso, disfrute, escucha. Y donde el amor propio no se parezca en nada a una nueva dieta encubierta.

Recuerda siempre hay una niña mirando, protégela. Aquí el artículo completo.

Un abrazo

Azahara

Solicita tu consulta

Picture of Azahara Nieto

Azahara Nieto

Dietista-nutricionista especializada en alimentación consciente, trastornos de la conducta alimentaria y nutrición clínica vegetariana. Fundadora de Se come como se vive, donde ayuda a mejorar la relación con la comida desde un enfoque no pesocentrista y con perspectiva de género.

Translate »
Se Come Como Se Vive - Nutricionista Online - Azahara Nieto - Logo
Resumen de privacidad

Esta web utiliza cookies para que podamos ofrecerte la mejor experiencia de usuario posible. La información de las cookies se almacena en tu navegador y realiza funciones tales como reconocerte cuando vuelves a nuestra web o ayudar a nuestro equipo a comprender qué secciones de la web encuentras más interesantes y útiles.