Las fiestas navideñas suelen ser un período de excesos: la comida, los regalos y los encuentros sociales pueden generar ansiedad y, a menudo, conducen al clásico ciclo de indulgencia y restricción. Pero, ¿es posible vivir una Navidad saludable sin caer en la culpa ni en las dietas compensatorias? Aquí tienes las claves:
1. Deja de hablar de comida y calorías: Los comentarios sobre cuánto come alguien, las calorías o la necesidad de compensar pueden tener consecuencias emocionales negativas, especialmente en personas vulnerables. Habla solo para disfrutar de los sabores y evitar juicios innecesarios.
2. Rompe el ciclo de prohibición y atracón: No existen alimentos prohibidos en una alimentación saludable. Prohibirte ciertos alimentos solo aumenta el deseo por ellos y fomenta la sensación de descontrol. Permítete disfrutar sin culpa para evitar este ciclo.
3. No planifiques «dietas para enero»:** Evita la mentalidad de compensar en enero los excesos de diciembre. Mantén una alimentación equilibrada, incluyendo alimentos nutritivos como frutas, verduras y legumbres en tus menús navideños. No caigas en la idea de «aprovechar ahora», ya que esto puede fomentar una relación negativa con la comida.
4. Evita el ayuno prolongado: Pasar muchas horas sin comer puede provocar que en la siguiente comida tengas más hambre y elijas alimentos calóricos o dulces en exceso. Planifica tus ingestas de forma regular para mantener el equilibrio y evitar la sensación de descontrol.
Las Navidades son una oportunidad perfecta para reflexionar sobre nuestra relación con la comida, el cuerpo y las dinámicas sociales en torno a estos temas. Disfrutar de las fiestas no tiene que significar excesos ni restricciones extremas. Al adoptar un enfoque respetuoso contigo mismo y con los demás, puedes convertir estas fechas en un momento más saludable, emocionalmente equilibrado y libre de juicios.
Os dejo el link al artículo de El País, y os deseo unas felices fiestas.
Un abrazo
Azahara