El verano trae consigo actividades clásicas, pero también riesgos alimentarios, especialmente cuando se trata de la comida que llevamos a la playa. Aquí te compartimos algunos consejos para evitar intoxicaciones alimentarias y disfrutar al máximo tus días bajo el sol.

1. Cuidado con las ensaladas de pasta y arroz:
Las ensaladas son opciones populares para la playa, pero requieren una correcta refrigeración. Bacillus cereus, una bacteria común en estos alimentos, puede sobrevivir a la cocción y proliferar si no se refrigeran adecuadamente. Usa recipientes bien sellados y consume estos platos en un máximo de cuatro días.

2. Evita salsas caseras con huevo crudo:
La mayonesa casera y otros aderezos con huevo crudo son peligrosos sin refrigeración constante. Opta por aderezos más sencillos como limón y aceite de oliva, o usa mayonesa comercial pasteurizada para reducir riesgos.

3. Atención con los bocadillos de carne:
Las carnes poco cocidas son un riesgo, ya que bacterias como Salmonella y Escherichia coli pueden sobrevivir si no se cocinan a una temperatura adecuada (al menos 70 °C). Si decides llevar carne a la playa, asegúrate de que esté bien cocida y refrigerada hasta su consumo.

4. Cuida la manipulación de frutas:
Lava bien las frutas y los utensilios antes de cortarlas. Considera cambiar las tablas de madera por opciones de silicona, más higiénicas. Las frutas enteras, como plátanos o manzanas, son más seguras para llevar a la playa, mientras que las frutas cortadas deben mantenerse refrigeradas.

5. Mantén la refrigeración adecuada:
Usa una buena nevera, manténla a la sombra, y utiliza placas refrigerantes en lugar de hielo para conservar tus alimentos. Abre la nevera solo cuando sea necesario para evitar que las bacterias proliferen.

Siguiendo estos consejos, podrás disfrutar de un verano seguro y libre de preocupaciones alimentarias. ¡Que lo único que se repita sea la canción del verano, no una intoxicación!